NOTA NES: TRANSCRIBIMOS UN DEBATE ACERCA DE LA AMENAZA DEL CAMBIO
CLIMATICO DE IZQUIERDISTA NORTEAMERICANOS QUE LLEVA DE PASO A UNA VISION
REFORMISTA Y UNA RADICAL. LA VERSION ORIGINAL CORRSPONDE A LA REVISTA MONTHLY
REVIEW (MR) DE ABRIL DE 2014. La versión original en inglés puede verla en:
CAMBIO CLIMÁTICO: ¿QUÉ PAPEL PARA LA REFORMA?
Cristiano Parenti[1]
Fue un honor que apareciera una
opinión sobre mi ensayo " A radical
approach to the climate crisis”, de la edición de verano de 2013 de Dissent que fue “leida con interés" por los editores de Monthly Review,
aún si se mostraron en desacuerdo con mi argumento de que el plazo de la
ciencia del clima indica que bajar los combustibles fósiles debe ocurrir a
partir de ahora y ser completado en sólo unas pocas décadas.
Como marxistas, los editores de MR debiesen
ser tan radicales como la realidad misma, aun cuando eso ofende sensibilidades
intelectuales y requiere una nueva flexibilidad. Cualquier persona que sepa
algo de la ciencia del clima debe admitir que la lucha a corto plazo para
mitigar las emisiones de carbono es una condición previa esencial para la
consecución de cualquier otro objetivo de más largo plazo. La ciencia en esto es clara: no hay
tiempo que esperar; las emisiones de carbono deben bajar tan pronto como sea
posible y lo más rápido posible. Según algunas estimaciones, la mitad de todas
las emisiones de carbono antropogénicas han sucedido desde 1980, y la tasa de emisiones sigue
aumentando. La civilización está
precariamente cerca de los puntos de inflexión climáticos peligrosos. El marco de tiempo comprimido del
cambio climático me obliga a pensar en la reducción de emisiones con un enfoque
pragmático, de corto plazo, y de modo reformista. En otras palabras, lo primero es lo
primero.
En el texto Dissense presenté
una serie de cosas que el Estado capitalista de EE.UU. podría hacer de
inmediato, sin la aprobación de nuevas leyes -sin la necesidad de mendigar la aprobación
de nuevos fondos de la GOP- acciones que tendrían un impacto significativo en
las emisiones. Entre ellas, las
compras del gobierno (el gobierno es más de un tercio de la economía de los
EE.UU.) priorizando comprar energía limpia, los vehículos eléctricos, y los
edificios de modernización para el ahorro de energía, todo lo cual podría
lograr economías de escala masiva, la reducción de los precios de energía
limpia, ayudando así a una transición en el sector privado. También sugerí que la Agencia de Protección
Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) imponga un impuesto de facto de
carbono (elevando los costos de los combustibles fósiles), utilizando la post- Mass v EPA ampliación de la Ley de Aire Limpio.
Estas medidas podrían ser
realistas y eficaces en el corto plazo. Ellas
no son mi versión preferida del cambio social, ni tampoco resuelven todos los
problemas. Incluso, lograr estas
modestas reformas para reducir las emisiones requerirá una fuerte presión
popular.
El capitalismo puede hacer la
transición de los combustibles fósiles durante las próximas décadas, pero está
intentando ganar tiempo para seguir luchando en todos los otros frentes de la
crisis ambiental.
La izquierda tiene que tener
propuestas creíbles para hacer frente a los aspectos a corto plazo de la crisis
del clima, así como tener una crítica sistemática y una visión de cambio a
largo plazo. Todas deben ser debatidas
de forma simultánea, no enfrentadas las unas con las otras. Estamos obligados por las
circunstancias, a operar con múltiples marcos de tiempo y en múltiples escalas. Las reformas y el reformismo es una
parte importante de ello.
Dado el estado de la izquierda
a nivel mundial, y que fuera de América Latina está en gran parte en desorden,
lograr el socialismo tomará un tiempo muy largo. Por lo tanto, la lucha por la mitigación y adaptación del clima no puede esperar a la
revolución.
En cuanto a la invocación de
socialismo como “la cura para todo”, estoy escribiendo esto desde Bolivia donde
la construcción del socialismo -que apoyo plenamente- es el proyecto oficial
del Estado. Pero, como con otros intentos
semejantes, el proceso aquí es extremadamente difícil: parcialmente bloqueado
en todo momento por la oposición de derecha, y obstaculizado por quinientos
años de subdesarrollo impuesto. Y
como la Revolución
boliviana tiene lugar en el marco de la democracia constitucional y no utiliza
el terror de Estado para consolidar su control, el proceso es exasperantemente
lento, plagado de compromisos con los terratenientes racistas, de concesiones a
los capitalistas extranjeros y distorsionado por una dependencia económica de
la explotación de gas natural.
Sin embargo, el gas natural
re-nacionalizado que tiene el gobierno de Morales (que impuso un reparto de los
ingresos ochenta/veinte en empresas extranjeras que operan en los campos) es el
gas de Bolivia para reducir la pobreza, la mortalidad infantil y el
analfabetismo, así como la ampliación de la electrificación rural, el acceso a
la educación, la salud y el empleo. El plazo del gobierno de Morales para
lograr el socialismo es de cincuenta a cien años!
Esta es una de las experiencias
más efectivas y ambiciosas que la izquierda socialista ha montado en cualquier
lugar del mundo desde el colapso de la mayor parte del "socialismo
real" en 1991. Y aún así, es incapaz de hacer frente a la crisis
climática, y tampoco es una vía rápida para resolver todos los problemas
sociales.
Mi punto es el siguiente: a
veces la lucha de clases sólo puede lograr reformas. Pero la humanización relativa y regulación
de algunas de las características del capitalismo, en algunas partes del mundo,
así como el rescate de las tendencias autodestructivas propias del capitalismo
-aunque ideológicamente inadecuada para muchos marxistas y socialistas- es actualmente
uno de los logros más reales de las izquierdas socialistas.
Para las personas que reciben
los beneficios de la reforma de la Seguridad Social en los Estados Unidos, Bolsa Familia en
Brasil, un mejor nivel de vida en Bolivia, una reducción masiva de la pobreza
en Venezuela, estas pequeñas victorias, aunque insuficientes si se compara con
el desideratum del socialismo, son bastante significativas. Así, también, son las reformas
ambientales que han sido forzadas sobre el capitalismo en los Estados Unidos. La Ley de Aire Limpio, la Ley de Agua Limpia y la Ley de Especies en Peligro de
Extinción (todos pasaron con Nixon debido a la presión popular masiva) han
tenido un profundo impacto y ha permitido una mitigación ambiental significativa y la recuperación en
el nivel local y regional.
Un capitalismo reformado, restringido,
racionalizado no es mi versión de una perfecta sociedad, pero es un sistema
mejor que vivir bajo el capitalismo sin miramientos. Victorias reformistas a corto plazo
que podrían mitigar las emisiones de carbono deben tomarse tan en serio como
las advertencias, observaciones y predicciones de la ciencia del clima.
Hubo también un punto más
grande para mi ensayo que los editores de MR no
abordaron. Al describir las
políticas que el Estado capitalista de EE.UU. podría emprender en este momento para comenzar la eutanasia de la
industria de los combustibles fósiles, que también estaba tratando de iniciar
una conversación sobre el estado. Recuérdese
que el Estado era el corazón del proyecto socialista. Pero la retórica anti-estatista del
neoliberalismo ha casi "hecho desaparecer" el Estado como un objeto intelectual,
incluso en gran parte de la izquierda.
El Estado capitalista no es
sólo una herramienta de la dominación del capital. También es una arena de la
lucha de clases. Como tal, es una institución que puede solidificar y hacer
cumplir las victorias políticas populares sobre el capital. Si la lucha por la justicia climática
es llegar a alguna parte tendrá que pensarse más profundamente sobre las
contradicciones del Estado capitalista y cómo estas contradicciones pueden
explotarse en el corto plazo. En
este punto, espero que estarán de acuerdo.
UNA RESPUESTA A PARENTI. LOS EDITORES DE MR
Nuestro amigo y autor de artículos en MR, Cristiano
Parenti, malinterpretó nuestros breves comentarios ("Notas de los Editores ", MR ,
noviembre 2013) de su artículo en la edición de verano de la Dissense. No
nos cuestionamos la ciencia del cambio climático, que nos dice que las
emisiones de carbono deben cesar antes de que un billón de toneladas de carbono
sean emitidos -un punto que se estima se alcanzará alrededor del año 2.040 con
el tipo de producción actual. No
hay duda de que la industria de los combustibles fósiles debe terminar. De hecho, la realidad de que el mundo
se enfrenta a una situación de emergencia planetaria en relación con el cambio
climático (y el problema ecológico mundial en su conjunto) y que el umbral
crítico probablemente será alcanzado alrededor de 2040 (o incluso antes).
En la economía capitalista,
como de costumbre, MR ha insistido por veinte años (véase a este respecto John Bellamy
Foster, The Vulnerable Planet [1994], 11-12, 27-28, y más recientemente John Bellamy Foster y
Brett Clark, " The planetary
emergence”, diciembre de 2012).
Dónde estamos totalmente en
desacuerdo con Parenti es en su idea de que una enorme transformación en la
estructura del orden económico y social que se requiere ahora se puede lograr a
través de lo que se presenta como una estrategia "reformista" leve, y
por lo tanto necesariamente lenta, confiando principalmente en las dos
propuestas que avanza: (1) utilizando el poder de la rama ejecutiva del
gobierno federal en los Estados Unidos para pedir a la Agencia de Protección
Ambiental (EPA) de imponer gastos adicionales en el uso de combustibles fósiles
a través de la Ley
de Aire Limpio, y (2) el pedido a agencias de gobierno, presumiblemente, a
iniciativa de la Casa
Blanca , a utilizar su poder adquisitivo para "comprar
energía limpia, los vehículos eléctricos, y los edificios de adaptación para la
conservación de la energía." En base a tales medidas, Parenti sostiene que
es posible que "el capitalismo puede hacer la transición de los combustibles
fósiles durante las próximas décadas."
Todo lo que podemos decir en
respuesta es que, la magnitud del problema requiere de transformaciones mucho
más grandes de lo que imagina, en los Estados Unidos y en el mundo como un
todo. Uno sólo tiene que pensar
en si será posible que la EPA ,
una agencia reguladora capturada tradicionalmente por los que están siendo
"regulados", podrá llevarlo a cabo a través de la Ley de Aire Limpio, o la
cantidad de las compras del gobierno a favor de "energía limpia",
incluso con los demócratas en la oficina! (Parenti
nos dice que los gastos propios del gobierno es la clave del cambio, ya que
"el gobierno es más de un tercio de la economía de EE.UU.." Pero esto
sólo es correcto si se añaden los pagos por transferencias, que se gastan no
por el gobierno sino por las personas.
El gasto total del gobierno en consumo e inversión, incluyendo el del Estado y
el gasto local, es inferior al 20 por ciento del PIB, ya que la mayoría de las
compras de gobierno federal de bienes y servicios están en el complejo militar.
En MR hemos
apoyado consistentemente la estrategia de honorarios y dividendos del
científico y líder climático James Hansen (técnicamente es un honorario sobre
el uso de carbono en lugar de un impuesto) que debería imponerse a las empresas
de combustibles fósiles e incrementados de forma constante, con el cien por
ciento de los ingresos de este pago que debiesen ir a la población
inmediatamente. El efecto sería
que la gran mayoría de la población -que tienen menos de media huella de
carbono- se beneficiarán de la bolsa. Vemos esto como un enfoque coherente con
la movilización política clasista. También
hemos apoyado explícitamente la mayoría de otras partes de la estrategia de
Hansen (aunque no su promoción de la energía nuclear), incluyendo detener el
recurso a los combustibles fósiles no convencionales en el umbral de la cota
máxima del petróleo crudo, y del cierre de las plantas de carbón. Es el enfoque Hansen que se ha
convertido en el núcleo de la base popular de lucha climática realmente
existente contra el carbón y otras emisiones no convencionales (en particular
el aceite de las arenas bituminosas y el oleoducto Keystone XL) en los Estados
Unidos. La misma estrategia
general hacia la disminución de las emisiones posiblemente podría ser adoptada
a nivel mundial, pero dependerá de la generación de una estrategia de frente
popular de gran alcance de abajo que, dado el profundo conflicto con los
intereses creados, tendrá que ser verdaderamente radical en el carácter (véase
John Bellamy Foster, " Los combustibles fósiles de la Guerra ", MR , septiembre de 2013).
Yendo más allá de la estrategia
de salida del cambio climático de Hansen, hemos argumentado que tales medidas
sólo sería un buen comienzo, y que será necesario promover una revolución
ecológica a gran escala para cerrar la brecha en el metabolismo de la humanidad
con la naturaleza a través de un cambio de sistema
en lugar de cambio climático (sobre
esto ver John Bellamy Foster, " James Hansen y la estrategia de salida del cambio climático ", MR , febrero de 2013). Esto tiene que ser visto como un doble
proceso, que implica las medidas ecológicas más radicales concebibles en la
actualidad, que necesariamente tienen que ser anti-capitalistas, es decir poner
la sostenibilidad antes que la acumulación, junto con una estrategia a más
largo plazo en el que los cambios fundamentales en la producción, la
distribución, la comunidad y la cultura pueden considerados. Todo esto debe ser visto como un
proceso de revolución ecológica y social.
La verdad es que si vamos a
hacer la transición global para proteger al mundo del cambio climático
catastrófico sobre una base equitativa, a continuación, los países ricos
tendrán que reducir sus emisiones de carbono anualmente en un 10 por ciento más
o menos. Estas medidas no van a
venir desde la parte superior en la sociedad capitalista, aunque puede haber
divisiones en la parte superior que pueden abrir el camino a un cambio más
radical y revolucionario. Los
enormes cambios que se necesitan sólo se puede lograr mediante el tipo de
"aceleración de la historia" (que es como el historiador de la
cultura del siglo XIX, el conservador Jacob Burckhardt, describe en sus Reflexiones sobre la Historia) que entra en
juego cuando las masas de personas entran directamente en el proceso de cambio
social como una fuerza de la historia mundial. El socialismo no es algo en el futuro
distante, como Parenti parece pensar, sino que, como Marx y Engels describieron
en El Manifiesto Comunista, es sobre todo un "movimiento del presente". La lógica
de la ganancia y la propiedad tiene que ser oposición y, finalmente, superar la
lógica de la humanidad y la tierra. Hoy
estamos viendo el crecimiento de lo que se llama un "movimiento
ecosocialista" que representa exactamente una estrategia de este tipo, y
tiene el potencial para convertirse en el impulso de una lucha revolucionaria
más ecológica.
Parenti utiliza el ejemplo de
Bolivia para sostener que un enfoque revolucionario para el cambio climático no
va a funcionar, y explicó que se espera que la revolución boliviana tomará la
mayor parte de este siglo, y no podrá llevarse a cabo en unos pocos años o
décadas. Pero esto es pasar por alto el punto. El pueblo boliviano, a través de sus
luchas masivas, han movido la historia en una dirección que tiene como objetivo
poner fin a la alienación de la humanidad y de la naturaleza. Es el proceso revolucionario de Bolivia
y no el reformismo,
que dirigió el “Acuerdo de los Pueblos" en la Conferencia Mundial de los
Pueblos sobre el Cambio Climático en
Cochabamba en 2010 proponiendo una estrategia global radical sobre el cambio
climático (incluido como apéndice en Fred Magdoff y John Bellamy Foster, Lo que todo ambientalista necesita saber sobre
capitalismo [2011]). Si Bolivia no puede alterar realmente
las relaciones de carbono del mundo a través de sus propios intentos de
construir un socialismo ecológico y con base indígena-, esto se debe a que es
un país extremadamente pobre en la periferia de la economía mundial
capitalista.
El punto principal de Parenti
es que "la lucha por el clima de mitigación y
adaptación no puede
esperar a la revolución”. Creemos que esta una construcción extraña. Diríamos más bien: La lucha por la mitigación y adaptación
climática debe ser de carácter
revolucionario; no se puede esperar
en un proceso de reformas lentas y suaves, ineficaces constreñidos por la
lógica de la acumulación de capital. Sin duda, es cierto, como sostiene Parenti,
que el socialismo no es un "cura-todo". Pero el orden capitalista
existente dejado a sí mismo -no seriamente amenazada por una revuelta
revolucionaria que ataca la propia lógica intrínseca del capitalismo-es un tren
fuera de control que nos lleva al borde del acantilado.
Parenti concluye diciendo que
él está tratando de "iniciar una conversación sobre el Estado ... .El Estado
capitalista no es sólo una herramienta de la dominación del capital. También es una arena de la lucha de
clases ... . Si la lucha por la justicia climática
es conseguir lo que sea en cualquier lugar, tendrá que pensar más profundamente
sobre las contradicciones del Estado capitalista”. Estamos de acuerdo. Pero la contradicción principal del Estado
bajo el capital monopolista-financiero, como se ejemplifica en los Estados
Unidos, es que no es en ningún sentido un Estado de, por y para el pueblo, pero
es el Estado de una clase capitalista cada vez más financiarizada. Es una estructura plutocrática con
algunos elementos democráticos formales, que a su vez están retrocediendo. Esto se ve reforzado por todo el
desarrollo mundial del capitalismo en nuestro tiempo. Bajo estas circunstancias se necesita
una guerra de movimiento en lugar de simplemente una guerra de posiciones. Sólo un verdadero resurgimiento
democrático revolucionario de las condiciones existentes de los oprimidos -lo
que significa que decenas de millones de personas en la calle en los Estados
Unidos, y cientos de millones, incluso miles de millones, a nivel mundial, va a
cambiar las condiciones existentes. La
crisis epocal no se resolverá mediante órdenes ejecutivas emitidas desde la Casa Blanca por Obama
o sus sucesores. A pesar de que se
debe apoyar los tipos de medidas que defiende Parenti, no debemos engañarnos a
nosotros mismos. El tiempo para
la mejora ha terminado. Lo que se
necesita es un movimiento dirigido contra el sistema de acumulación de capital,
exigiendo nuevas formas de vida en el contexto del surgimiento de la humanidad
mundial: un nuevo proletariado del medio ambiente. Y si queremos concesiones desde el
capital, es sólo frente las amenazas que
ellas surgen.
¿Es posible para la humanidad
colectiva en las condiciones históricas actuales intervenir para salvar el planeta? La respuesta es sí. ¿Es
probable? En este punto habría
que decir No. Sin embargo, simplemente porque este
es el caso, no podemos darnos el lujo de renunciar a una pulgada de la lucha,
pero debemos esforzarnos por dar rienda suelta a una escala mucho más masiva. Estamos en una situación mundial sin
precedentes con el futuro de la humanidad (y de innumerables otras especies) que
está en discusión.
Cualquiera que sea la legitimidad del capitalismo previamente
obtenida por su capacidad para satisfacer las crecientes necesidades de la
población hace tiempo que ya se perdió esta legitimidad. El resultado es de
residuos, escombros, de explotación, la desigualdad, la pobreza (acompañado por
niveles absurdos de riqueza en pocas manos), y una inminente emergencia
planetaria. En estas circunstancias, para que la humanidad dude es una amenaza
para la pérdida de todo. No
sabemos si se guardará el planeta como un lugar de habitación humana. Lo que sí sabemos es que cientos de
millones, incluso miles de millones de personas se unirán a la lucha para
salvarlo. Y nosotros mismos vamos
a estar con ellos, junto con Christian Parenti.
[1] CRISTIANO PARENTI es profesor en el Instituto
Universitario SIT y Director del Cambio Climático, comida, agua, y el Programa
de Energía. Su ensayo " Un enfoque radical a la crisis climática ",
apareció en el verano de 2013 en La Dissense, y fue mencionado en Monthly
Review ( "Notas de los Editores , "Noviembre 2013) a la que los
comentarios de Parenti aquí se dirigen.
Saludos desde Guama, Estado Yaracuy, Venezuela amigo Cristiano.
ResponderEliminarDespués de más de 30 años de investigaciones, reflexiones y vivencias relacionadas con el tema de convertir al Planeta Tierra en un lugar sostenible, he llegado a la conclusión de que lograr esa meta antes de que acabemos con la humanidad ya sea por la vía la destrucción de la biosfera o a causa de las guerras, requiere de la transformación radical de nuestras sociedades. Mi idea inicial consiste en el diseño de una ciudad experimental factible y realista que proporcione elevados niveles de vida y que reúna las características correspondientes a una sociedad sostenible, entre las que estarían el uso exclusivo de las más avanzadas tecnologías verdes; el fin de la manipulación económica, política y religiosa; la ausencia del dinero en efectivo; la limitación del crecimiento económico y poblacional; el verdadero respeto a la libertad; y una democracia real. Esta ciudad sería presentada en forma de maquetas, animaciones, producciones fílmicas, parques temáticos y hasta una urbe experimental, con la finalidad de que sirviera de modelo para lograr el cambio de mentalidad que condujera a las rectificaciones necesarias. No olvidemos que “una imagen vale más que mil palabras”, y la presentación de un modelo perceptible por los sentidos sería mucho más convincente que cualquier cantidad de textos teóricos, más aun cuando se trata de persuadir a una humanidad que durante miles de años ha sido engatusada por los intereses egoístas de minoritarios grupos de poder.
En vista de que no poseo habilidad alguna en materia de diseño y producción cinematográfica, apelo a la participación en esta propuesta de personas sensibles a este tema que posean habilidades gráficas o capacidad logística para lograr dar vida a esa urbe imaginaria.
Si estás interesado en conocer sobre esta iniciativa o participar en ella, puedes visitar mi sitio web https://elmundofelizdelfuturo.blogspot.com/ en el cual (muy especialmente en el capítulo 5) ya tengo adelantadas algunas ideas respecto a las características físicas y organizativas que pudiera presentar esa ciudad modelo que se pretende construir. Gracias.
César Emilio Valdivieso París